Han pasado 48 horas desde que comenzó esta pequeña revolución entorno a la Ley de Economía Sostenible y su ya famosa disposición final. Parece que ha pasado una eternidad y son sólo 48 horas. En este tiempo se ha comentado airadamente, sosegadamente, con humor, con orgullo, con envidia, sana o no, se ha elaborado un manifiesto profusamente publicado en blogs, comentado, llevado a los cielos y a los infiernos, incluso se ha mantenido una reunión con el Ministerio de Cultura, ministra incluida, bueno a medias.
Sigo repitiendo que sólo en 48 horas. Hay post estupendos y reflexivos como los de Francisco Polo, el de José Lopez Ponce o Francisco Luis Benítez, y post explicativos por parte de los miembros de la lista de Sinde, como el de Julio Alonso y Jesús Encinar.
Las noticias vuelan Moncloa estudia cambiar las medidas antipiratería para que solo un juez pueda cortar la red, noticia de la SER vía @Netoraton o Manifiesto: Así esta la situación de Ignacio Escolar. Y parece ser que se va a dar marcha atrás, pero de momento son solo palabras.
Todo un día, bueno dos. Pero la pregunta es ¿Y ahora qué? ¿Quien mueve ficha? ¿Esperamos al trámite parlamentario a ver que pasa, o seguimos buscando medidas para la retirada de los puntos conflictivos? ¿Quien va a negociar? ¿Nos desvirtualizamos y nos manifestamos en la calle o es demasiado pronto?
Hemos de aprovechar la inercia creada e intentar cerrar compromisos ahora. ¿Pero cómo? No veo en el horizonte cercano nuevas reuniones o medidas serias a tomar, y corremos el peligro de que todo quede en agua de borrajas.
Esta reacción viral conseguida será difícil de mantener y con las horas puede diluirse. Es tiempo de reflexionar sobre futuras acciones, pero reflexionar rápido para mantener viva la llama. Por eso la pregunta más importante es ¿Y ahora qué?
Imagen: Eneko/20minutos.es
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