Leí este fín de semana un artículo de Tamara Vázquez y Ángela Méndez en Expansión & Empleo sobre las redes sociales y los trabajadores titulado Bienvenidos a la era de la colaboración. En él Enrique Dans explica que prohibir el uso de redes sociales en las organizaciones sería como impedir que los empleados utilizasen el teléfono porque les puede distraer de su trabajo. Me parece muy acertado el enfoque y todas las opiniones, pero si muchas empresas estan pensando restringir el acceso y además se ven como un pérdida de tiempo por parte de ciertos sectores de población deberemos empezar a diferenciar entre redes sociales y redes profesionales. Esto de momento es algo complicado pero el potencial es enorme.
Por la parte que a mí me concierne ¿que pensariamos si el inicio del artículo hiciese referencia a un trabajador público?:
"Hace apenas cinco minutos que ha llegado a la oficina y, como cada mañana, decide conectarse unos instantes a Facebook antes de comenzar su jornada. Actualiza su estado, contesta un par de comentarios, ve alguna foto del día anterior y cierra sesión antes de que su jefe decida pasearse por su sitio. Este comportamiento, repetido por millones de profesionales varias veces al día, está revolucionando las organizaciones de todo el mundo y supone la base de una nueva forma de entender las relaciones sociales".
Sencillamente pondríamos el grito en el cielo. Nada de hablar de los beneficios, nada de compartir buenas prácticas, proyectos o ideas.
Yo sinceramente me apuntaría a una red social de trabajadores públicos, promovida por quien sea, incluso me apuntaría a colaborar si existe alguna o alguien piensa crearla, pero no creo que lo hicera en horas de trabajo, aunque fuese en beneficio de él. No me arriesgaría a crear el mas mínimo conflicto o que alguien me llame la atención por hacerlo desde la oficina. Demasiado mal vistos estamos. Y creo que una red, como he dicho antes, en la que pudiesemos compartir buenas prácticas, ideas, proyectos, en la que pudiesemos poner nuestra experiencia al servicio de otros compañeros sería realmente una innovación, y no está la administración pública como para dejar pasar innovaciones.
Ya existe se llama Trabajadores públicos
ResponderEliminarhttp://www.trabajadorespublicos.es