Esta cita la encontré hace un tiempo en #Wikinnovación, un interesantísimo documento de Amalio Rey, en el que habla sobre lo mucho que las empresas pueden aprender de las comunidades open-source.
Una de las ideas fuerza de las que nos habla hace referencia al espíritu-wiki: agilidad y autenticidad. Las empresas abusan del marketing de las apariencias cuyo coste se termina imputando al cliente. La parafernalia es cara y alguien tiene que pagarla. Duras palabras que alcanzan su grado máximo si sustituimos empresa por Administración (o Gobierno) y cliente por ciudadano.
Todo ello me ha hecho reflexionar sobre la dicotomía información-publicidad pública. Un tema de candente actualidad ante las próximas elecciones y la nueva legislación electoral, aunque interesante en cualquier época.
Me viene al recuerdo un post de Carlos Guadián sobre la información al ciudadano o electoralismo, también muy atractivo, al igual que los comentarios. ¿La Administración ha de informar de aquello que hace?¿Ha de visualizar su trabajo a la ciudadanía? ¿Malgastamos el dinero del contribuyente si iniciamos una campaña de información?
Creo que la línea que separa información y propaganda se ha cruzado demasiadas veces, y en el subconsciente colectivo está demasiado arraigada la idea de que detrás de la información que proviene de la Administración están los intereses de un partido político. Y como dice Carlos, la Administración, esté gobernando el partido que esté, es la misma.
Uno de los motivos por los que esto ocurre es que demasiadas veces se identifica comunicación pública con comunicación política. No ya a nivel de la Administración General del Estado, que en ocasiones ocurre, sino en ámbitos más locales y provinciales, donde pasa con demasiada asiduidad.
Uno de los motivos por los que esto ocurre es que demasiadas veces se identifica comunicación pública con comunicación política. No ya a nivel de la Administración General del Estado, que en ocasiones ocurre, sino en ámbitos más locales y provinciales, donde pasa con demasiada asiduidad.
Y esto no sucede, la mayoría de las veces, por imposición política, simplemente se hace porque siempre ha sido así. No se ha planteado una verdadera estrategia de comunicación pública.
Tienes mucha razón, Antonio. Todavía nos falta mucho para llegar a la participación ciudadana, pero mientras tanto las Administraciones deben apostar por la información, la transparencia y la accesibilidad.
ResponderEliminarLamentablemente, estamos cansados de ver "portales de información" llenos de colorines y más parecidos a un tebeo que a una administración del siglo xxi.
Los responsables políticos deben darse cuenta que es mucho más rentable (ciudadana y políticamente)ofrecer información veraz, crítica y transparente al ciudadano y dejar la propaganda para las campañas electorales (y pagadas por los partidos).
Y sobre todo Amalio, empezar a diferenciar entre la publicidad que de sus actos hace la administración y esa comunicación política de ellos se hace. Las dos son plenamente justificables, pero el abuso de la segunda deja prácticamente sin valor la primera.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Felicidades Antonio, el título no puede ser más esclarecedor. Realmente hay que diferenciar la información y la publicidad que las AAPP tienen que dar sobre los servicios que se ponen a disposición de los ciudadanos y empresas de la propaganda política que se realiza para ensalsar lo buenos que somos y la gran gestión que realizamos. Por ello sería conveniente copiar de la prensa escrita en la cual se intenta diferenciar información de opinión. Además de reducir la parte correspondiente a la propaganda (opinión) a la mínima posible, evitando los casos en los cuales para informar de la puesta en marcha de un servicio importante para los ciudadanos lo convertimos en una píldora propagandística. Creo que sería necesario definir una clara estrategia de Información y Marketing hacia los ciudadanos y las empresas para comunicar y promocionar nuestros servicios.
ResponderEliminarEfectivamente José Luis, esa estrategia de comunicación pública se echa de menos.
ResponderEliminarEs muy fácil cruzar la línea que separa información y opinión, y a veces se cruza demasiado, incluso es muy habitual que al informar se dé la opinión, por supuesto, de la actuación realizada.
Es algo de lo que empiezan a estar cansados los ciudadanos, pasando por alto en muchas ocasiones información que realmente podría ser de su interés.
Un abrazo.
Que excelente publicación, definitivamente la participación ciudadana se hace realmente valiosa, como también lo son los buenos manejos administrativos que generen de alguna manera motivación de participación.
ResponderEliminarGracias por el comentario, efectivamente, la participación es una calle de doble sentido.
ResponderEliminarUn saludo.