El gobierno canadiense ha publicado recientemente el documento "Guidelines for external use of Web 2.0", guía diseñada para ofrecer orientación específica a los departamentos y servicios del gobierno de Canadá sobre el uso de herramientas 2.0.
En relación a él hay dos post muy recomendables: Canadian Government Web 2.0 Guidelines Are Disappointing de Andrea Di Maio y The Canadian Government´s New Web 2.0 Guidelines: the Good, the Bad & the Ugly de David Eaves.
Comparto la visión de Andrea Di Maio sobre el principal potencial de la Web 2.0 en las organizaciones: "El uso que de ella hacen sus empleados individuales" y no las organizaciones.
Para él el punto más interesante es el uso de las redes profesionales y personales.
Las directrices del gobierno canadiense no dicen nada acerca de cómo los empleados pueden aprovechar las herramientas de la web 2.0 para ser más eficaces y eficientes a la hora de realizar su trabajo.
Se anima a los departamentos a utilizar herramientas y servicios 2.0., como canal adicional eficiente y eficaz, para interactuar con los ciudadanos, pero no se dice si los empleados también han de ser animados a hacer lo mismo.
Como en otros aspectos, a la hora de abordar asuntos relacionados con la gestión interna de los recursos humanos, hacen referencia a los riesgos y obligaciones de usar estas herramientas, pero no indica nada acerca de animar, evaluar o premiar el uso de las herramientas 2.0. para mejorar las contribuciones individuales a los resultados del departamento.
Por otra parte David Eaves destaca que para ser un documento que se supone que debe animar a los trabajadores públicos a utilizar las redes sociales, parece que puede conseguir lo contrario, por ser demasiado largo y farragoso. Propone que en un sólo documento no deberían abordarse todos los usos de estos medios. Deberían separarse en dos documentos, uno para uso institucional y otro para uso personal, más pequeño, mas accesible y mucho menos "intimidante".
En su opinión es un esfuerzo loable, pero parece poco probable que este documento vaya a animar a los empleados públicos a utilizar las herramientas 2.0 en sus puestos de trabajo. Recomienda la lectura de "Policy No. 33: Use of Social Media in the B.C. Public Service".
Otros "peros" bastante razonables que encuentra Eaves:
- Estas pautas son sugerencias, no obligaciones, no obligan a los departamentos a usarlas, simplemente sugieren y animan.
- No se trata de comunicación, se trata de control, estas directrices tratan más de tener bajo control este tipo de comunicación que de otra cosa. Como dicen en un comentario al post: "lo que me parece más interesante es la paradoja que este paso hacia una estrategia digital progresista representa para un gobierno cuya política más amplia de comunicación se basa en los principios de la aversión al riesgo y el control centralizado".
Ambos artículos alaban el documento por todo lo que tiene de novedoso para un gobierno, pero nos alertan de su contenido, algo corto, sobre todo teniendo en cuanta las esperanzas depositadas por ambos autores en el potencial de la Web 2.0.
Por último destacar una reflexión que Di Maio hace casi al final de su entrada: "Una estrategia 2.0. es una falacia para la gran mayoría de las organizaciones gubernamentales. Estas herramientas se pueden utilizar tácticamente para hacer frente a eventos inesperados, o como herramienta de apoyo a una estrategia de negocio o una estrategia de comunicación. Pero siguen siendo medios, no un fin en sí mismos.
En España creo que no tenemos nada parecido a nivel del Estado, aunque sí a nivel autonómico (Guía de usos y estilo en las redes sociales de la Generalidad de Cataluña y Guía de usos y estilo en las redes sociales del Gobierno Vasco).
Todas las aportaciones son interesantes y nos ayudarán a encontrar un camino que todavía tenemos que descubrir el resto de Administraciones, por ello son bienvenidas las nuevas iniciativas, con sus críticas y alabanzas. Pero esperemos que dediquen más espacio a los que serán los verdaderos usuarios de estos documentos, herramientas, servicios y políticas.
Te falta nombrar el caso gallego. En ultimo decreto de uso d internet por la Xunta han equiparado socialmedia a sitios web, requeriendo los mismos niveles de autorización para su uso ver http://www.iustel.com/diario_del_derecho/noticia.asp?ref_iustel=1053734
ResponderEliminarA. N.
Enhorabuena, Antonio, por la oportunidad del post y de las fuentes. Estos días venía escribiendo reflexiones al respecto a cuenta del ya tradional artículo colaborativo de Gencat de fin de año sobre perspectivas de redes sociales y administraciones públicas.
ResponderEliminarTambien @andresnin ha escrito sobre esta cuestión recientemente, que no me parece baladí a genor de los retos y amenazas que se ciernen sobre todo aquello que lleve el apellido de "público".
En mi opinión, la discusión es la que comentas: ¿abrimos el uso de las redes socialesa nuestros empleados ahora que "hemos conseguido" que ni los periodistas puedan informar sin el permiso de nuestro gabinete político sobre lo que hacemos? ¿Vamos a perder el control informativo que ni nuestro cabecilla político osa ya evitar? En mi opinión, si. Si no queremos que por un puñado de votos perdamos millones de buenos ciudadanos.
Un abrazo.
Gracias por el buen post, Antonio. Como siempre, planteas temas que tocan el nucleo de la cuestión: las guías de redes sociales suelen referirse a la presencia exterior de la organización en las redes pero ignoran cómo tratar el tema internamente.
ResponderEliminarPersonalmente no me acaban de convencer las organizaciones que intentan relacionarse con sus usuarios/clientes a través de la acción en cuentas y perfiles de medios sociales y que, en cambio, no se hayan planteado previamente el trabajo en red internamente.
A mi parecer, hay una gran diferencia entre las instituciones que han decidido comunicar a través de los 'social media' y las que interactúan por medio de ellos. Por eso en algunas instituciones preferimos el término 'red social' al del 'canal socialmedia' o parecido...
@andresnin Muchas gracias por el interesante ejemplo que nos aportas, no conocía el Decreto de la Xunta. Esperaremos la publicación de su "Guía de políticas web de la Red de portales de la Administración general y del sector público autonómico de Galicia", que según el Decreto estará publicada en un par de meses, para ver si incluyen alguna novedad sobre el tema que estamos debatiendo.
ResponderEliminarJosé Luis, efectivamente hablar de "control informativo" y redes sociales es propio de alguien que no ha comprendido nada. Como mucho podríamos intentar estar al tanto de lo que se dice, pero de control nada.
ResponderEliminarDe todas formas me parece un error mezclar la información de carácter político con la información que la administración debe dar a los ciudadanos. Sobre la primera los trabajadores públicos no tenemos nada que aportar (o no debemos), sobre la segunda sí.
Un placer tenerte por aquí, como siempre.
Jordi, no puedo estar más de acuerdo contigo. A mi personalmente no me gusta tampoco el término "Social Media" para la administración. Creo que hay una gran diferencia entre "estar" en medios sociales y "construir" redes sociales.
ResponderEliminarEn cuanto a las guías de uso, me imagino hace diez años una guía de este tipo sobre el correo electrónico en cualquier administración. Alentando su utilización por parte de todos los organismos, para aumentar la rapidez en las comunicaciones y el ahorro, y al mismo tiempo limitando el manejo de este medio a sus trabajadores. Es algo que ahora vemos completamente ilógico. Espero que al cabo de unos años nos pase lo mismo con el uso de las redes sociales.
Muchas gracias por el comentario.
Aunque un poquito tarde, también vengo a agradecerte el post ;-)
ResponderEliminarEstamos frente a un cambio grande. De la horizontalidad se cambiará la verticalidad. Hay administraciones que ya están dando pasitos en ese sentido.
En el Gobierno Vasco, ahora mismo, es lo que se pretende con el PIP (Plan de innovación pública)
Un abrazo.
@Maripuchi Encantado de tenerte por aquí. Ciertamente iniciativas como el PIP son realmente interesantes, y somos muchos los que la seguimos con mucho interés, incluso, en mi caso, con sana envídia ;-)
ResponderEliminarUn abrazo.